miércoles, 11 de enero de 2012

17.

Nadie me creyó cuando les dije que eras todo aquello que necesitaba para estar felíz y tranquila conmigo misma. Nadie, incluyéndote, pudo entender la magnitud de lo que estaba sucediendo. Nada más y nada menos que yo abriendo mi corazón después de tanto dolor. 


Tu sonrisa...que no hubiera dado yo por verte sonreír una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario