miércoles, 29 de febrero de 2012

27.

Los días cada vez se hacen más pesados, cada vez cuesta más levantarse, andar, respirar...
La vida pierde sentido poco a poco, las fuerzas se agotan, y mis miedos crecen, a la vez que mis ganas de morir.
Yo antes quería ser feliz, yo tenía sueños e ilusiones... pero todo eso, toda esa inocencia murió el día en que abrí los ojos, el día en que me di cuenta que los amigos solo son pequeñas dosis de felicidad pero que finalmente se agotan; que el amor de tu vida se va sin decir adiós y se lleva tu esperanza, tu alegría, tu propia vida sin pedir permiso; que no existe un futuro, solo un presente y que por norma tendemos a desaprovecharlo; que el mundo es cruel y egoísta, y que estás sola, tú, tú y nadie más, y para variar eres un fracaso.
Ahora solo quiero ser perfecta, sin amigos, sin amores prohibidos... sin un mundo que no me quiere. Y aunque cada vez que me mire al espejo me enfade conmigo de nuevo, aunque haga llorar a mamá, aunque algún día el precio que pague sea muy alto, seguiré...seguiré... porque quiero, porque esto es lo que más se asemeja a la denominada felicidad, o al menos a esa felicidad que sentía cuando tú estabas a mi lado.


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